Tengo miedo, pavor a los perros, sea cual sea su tamaño. Fotografiar a Brooklyn era un gran reto para mi incluso antes de comprobar su increíble tamaño al natural, que supera al de su dueño cuando se incorpora a dos patas.
Sin embargo descubrí a un animal adolescente, impetuoso, pero al mismo tiempo inofensivo y cariñoso. Un amigo del hombre, un fiel a nuestra raza haciendo honor a la suya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario